Rareza: Épico
Clase: Lancero
Subclase: Combatir
En lo profundo del exuberante Valle Esmeralda, donde la vida antaño florecía intacta, Lumak Bokan nació en el legado de un guerrero. Criado entre imponentes árboles y ríos sagrados, creció rodeado de sabiduría ancestral, rituales espirituales y la inquebrantable protección de la naturaleza. Su pueblo, guardianes de un paraíso protegido durante mucho tiempo del frío insidioso, creía en la armonía, no en la conquista. Pero la paz no duraría para siempre.
Cuando la facción Faetón descendió sobre el Valle Esmeralda, no fue con espadas, sino con máquinas y experimentos. Lo que ellos llamaban «progreso», las tribus lo llamaban profanación. El manantial sagrado —una fuente resplandeciente y mística que se decía era el corazón de la tierra— fue corrompido. La escarcha se arraigó en el suelo. Los animales se inquietaron. Los ancianos guardaron silencio. El valle lloró.
Lumak, aún un joven guerrero, observó cómo se desmoronaba el equilibrio que su pueblo había preservado durante generaciones. Pero no flaqueó. Entrenado en combate ancestral y caza tribal desde la infancia, Lumak ya había vencido a los depredadores del bosque mucho antes de enfrentarse a un enemigo humano. Junto a su padre, un legendario defensor del Valle, Lumak luchó en emboscadas y en batallas abiertas contra las fuerzas invasoras de Faetón.
Las armas de su tribu estaban talladas en hueso y piedra, y sus escudos, tejidos con corteza y cuero. Sin embargo, resistieron a los enemigos que llegaron con lanzallamas, drones y armaduras. La comprensión de Lumak del terreno y las tácticas de guerrilla le dio a su pueblo una ventaja temporal, y cada batalla era una lección que asimilaba con furia silenciosa.
El punto de inflexión llegó durante un brutal enfrentamiento cerca del manantial. En un acto de devoción, el padre de Lumak dio su vida defendiendo la fuente. Sus últimas palabras fueron una súplica, no de venganza, sino de preservación. Lumak tomó la lanza de su padre, ahora agrietada y manchada de sangre, y juró expulsar a los profanadores, costara lo que costara.
Pasaron años de resistencia. Lumak se convirtió no solo en un guerrero, sino en un símbolo. Su nombre resonaba en las canciones de las tribus vecinas y susurraban los exploradores de Faetón, quienes le temían. Su lanza, ahora revestida de cuero con marcas tribales grabadas, golpeaba con la precisión de generaciones. Aun así, sabía que la fuerza bruta por sí sola no sanaría la tierra. Algo más profundo se había roto: el alma misma del valle.
Guiado por los sueños y las enseñanzas de los ancianos, Lumak vagó más allá del Valle Esmeralda, desafiando las implacables tormentas de la tundra en busca del conocimiento ancestral. En el camino, se encontró con miembros de la Alianza del Amanecer, y aunque sus costumbres eran diferentes, vio en ellos el mismo anhelo de restauración. Al principio, a regañadientes, luchó junto a ellos, y a través de estos vínculos improbables, se forjó una mayor fuerza.
Juntos, rastrearon el origen de la corrupción: un laboratorio de investigación oculto de Faetón que extraía energía del núcleo del valle. La batalla para recuperarlo fue feroz, pero el liderazgo de Lumak, junto con el poder de sus nuevos aliados, cambió el curso de la situación. Con la primavera purificada y la escarcha alejándose, la vida comenzó a regresar al valle. El verdor volvió a extenderse por las colinas y el canto de los pájaros regresó.
Lumak podría haber regresado a casa entonces. Su gente lo esperaba con los brazos abiertos. Pero él decidió permanecer en el frente. Porque la batalla contra Faetón estaba lejos de terminar, y había otras tierras aún envenenadas, otras tribus aún silenciadas. Lumak ahora camina como un puente entre la sabiduría del viejo mundo y la resistencia moderna: un protector feroz, un guía espiritual y un legado vivo de un paraíso que se negó a morir.
Estrellas | 1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | Total |
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1 | 1 | 2 | 2 | 2 | 2 | 20 |
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5 | 5 | 5 | 5 | 5 | 15 | 40 |
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15 | 15 | 15 | 15 | 15 | 40 | 115 |
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40 | 40 | 40 | 40 | 40 | 100 | 300 |
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100 | 100 | 100 | 100 | 100 | 100 | 600 |
Lumak Bokan emite un grito de guerra intimidante, reduciendo el ataque en 1%/2%/3%/4%/5% para todas las tropas enemigas durante 2 s.
Además de intimidar a los enemigos, el grito de guerra de Lumak Bokan fortalece a sus aliados. Al lanzar Temblor de Tierra, aumenta su Ataque y el de las tropas aliadas cercanas en 15%/20%/25%/30%/35% durante 2 s.
Años de lucha en las selvas y montañas otorgan a Lumak Bokan agilidad rápida, lo que aumenta la velocidad de ataque en 10%/15%/20%/25%/30%.
Con las tácticas de guerrilla expertas de Lumak Bokan, el daño infligido a todas las tropas enemigas se reduce en 4%/8%/12%/16%/20%.
Lumak Bokan transmite las técnicas tradicionales de su pueblo a los soldados, aumentando la velocidad de marcha de caza en 20%/40%/60%/80%/100%.