Historia

Los habitantes del pueblo se han acostumbrado a la voz áspera de Charlie, que se impone sobre el ruido de la minería de carbón. Charlie, ruidoso y rudo, se ha pasado la vida trabajando como demolicionista de explosivos, un trabajo peligroso que le ha granjeado una reputación y le ha permitido mantenerse alejado de los demás.

Pero bajo su voz resonante y su aspecto desaliñado se esconde un hombre con un corazón de oro. Años de exposición a explosiones han afectado su audición, no su temperamento. Charlie puede gritar mucho, pero no es por ira; es simplemente su forma de comunicarse después de tantos años rodeado de detonaciones.

El profundo conocimiento de Charlie sobre explosivos es invaluable en el duro mundo de la minería de carbón. Es meticuloso, atento a los detalles y siempre centrado en la seguridad, incluso cuando todo a su alrededor parece caótico. Aunque prefiere mantenerse en la retaguardia, no es un cobarde. Al contrario, su experiencia en química y sus potentes armas lo convierten en una fuerza peligrosa, especialmente con explosivos y granadas.

En el campo de batalla, los enemigos han aprendido a no subestimarlo. Con un apodo como "el granadero", Charlie ha demostrado una y otra vez que sus explosiones pueden cambiar el curso de cualquier combate. Su naturaleza protectora lo vuelve especialmente hostil hacia cualquiera que ponga en peligro a los mineros o intente robarles los recursos que tanto les han costado ganar.

Uno de esos forajidos, Crazy Joe, ha sentido en carne propia la ira de Charlie. Tras intentar saquear un campamento minero, Joe y sus bandidos fueron repelidos por una atronadora descarga. Aunque Joe no se ofendió, quedó impresionado, y ahora ve a Charlie como un posible aliado. Charlie, sin embargo, ignora por completo la admiración de Joe... y no le importaría ni aunque lo supiera.