Gregory es uno de los últimos leales al caído Imperio Solaris. Antaño caballero y oficial de campo de la prestigiosa Guardia del Alba del Imperio, ahora es comandante de una compañía mercenaria; sin embargo, su corazón permanece atado a los días de gloria del orden imperial.
Su disciplina y carisma lo convirtieron en un líder respetado entre los soldados, pero fue su inquebrantable devoción a la joven emperatriz lo que consolidó su legado. Cuando cayó el Castillo Fuego Solar, Gregory no huyó. En cambio, lideró una desesperada misión de rescate en medio del caos y el derramamiento de sangre para poner a salvo al último heredero.
Como estratega de caballería y espadachín, pocos pueden igualar la destreza de Gregory en batalla. Sin embargo, bajo su armadura se esconde un profundo compromiso con la tradición y el decoro. Se considera no solo un protector, sino un mentor, tutor y custodio de las virtudes imperiales perdidas.
Aunque el Imperio ya no está, Gregory lleva su recuerdo como una llama sagrada. Sus soldados pueden reírse de sus modales anticuados, pero jamás cuestionan su competencia ni su valentía. Sigue entrenando, liderando y luchando como si el estandarte del Imperio pudiera alzarse de nuevo algún día.
En momentos privados, Gregory no reflexiona sobre la victoria, sino sobre la promesa que hizo: defender a la emperatriz no solo con su espada, sino con su vida. En un mundo transformado por la nieve y la supervivencia, sigue siendo una reliquia de la nobleza: un caballero no de un reino, sino de un ideal.